lunes, 6 de octubre de 2008

También metemos goles

Sí, nos conquistó, hay que reconocerlo. El fútbol poco a poco terminó por gustarnos. Ya no sólo disfrutamos viendo los partidos, ahora entramos a jugar, literalmente. Hace un buen rato que este deporte dejó de ser sólo cosa de machos. De hecho, según la Fifa, la cantidad de jugadoras ha superado los 40 millones en el mundo en los últimos 20 años. Si comparamos con los futbolistas hombres (120 millones), algunos pueden decir, ¡no nos llegan ni a la mitad!, y sí, es cierto, pero hay que considerar que la cifra masculina se logró en más de 100 años de práctica. ¡Cómo les quedó el ojo! Sin querer queriendo, las mujeres contribuimos a que el balompié batiera récords de crecimiento.Y a pesar del desarrollo, bien tarde vino a profesionalizarse esta rama. Recién en 1991 la Fifa lo incluyó en forma competitiva a través de un mundial. Al parecer no nos tenían mucha fe, pero con el tiempo se dieron cuenta de que éramos rentables, futbolísticamente hablando, ¡obvio!.En Chile, en tanto, el panorama fue desarrollándose casi a la par con el mundo. El deporte popular por excelencia surgió por la década de los 80 a través de campeonatos amateurs que poco a poco dieron paso al surgimiento de una selección nacional. En el nivel profesional, actualmente existen cerca de mil jugadoras. No es tanto la verdad; sin embargo, el fuerte se encuentra en los clubes amateur, donde hay más de cinco mil adeptas, siendo las universitarias y escolares las principales exponentes.
Y así es como seremos los anfitriones de la Copa Mundial Femenina Sub-20, que se disputará entre el 19 de noviembre y el 7 de diciembre. Las “Rojitas”, dirigidas por la española Marta Tejedor, han hecho un gran trabajo, logrando llegar a la fase final en el Sudamericano Sub-20. Son 25 las jugadoras, con figuras como Nathalie Quezada (delantera), Daniela Pardo (capitana y volante), Romina Parraguirre (arquera) y Juanita Peña (defensa central). Ellas no tienen una tarea fácil, porque se enfrentarán a potencias mundiales en esta disciplina, pero en ánimo, disciplina y garra no se quedan.Con todo este auge, la femineidad y el fútbol dejaron de ser incompatibles. Practicarlo no nos vuelve “amachotadas”, ni mucho menos. Podemos jugar con toda la garra del mundo y seguir siendo mujeres de tomo y lomo. Incluso las chicas más “lais” están dentro del círculo futbolístico tanto profesional como amateur. Otro asunto interesante es ver cómo se abre poco a poco el nuevo mercado de indumentaria deportiva dirigido a nosotras: chuteadores rosados o lilas, poleras entalladas, balones con diseño. Lindas dentro y fuera de la cancha. Of course! ;)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo mejor es ver cuando se caen al barro jajajaja sigan asi

Anónimo dijo...

bueno como dice el viejo comercial de master card, que tu hermosa polola sea buena jugadora de futbol no tiene precio, en cuanto a lo fanatico que sea tngo sentimientos encontrados, porque encuentro que hay que tener cuidado con ser muy fanatico en extremo q ni en los hombres me gusta, eso que me encanta el futbol pero de ahi ah ser neurotico... cuidado chicas :p